En una de sus últimas actualizaciones de firmware para Xbox 360, Microsoft ha evitado que los usuarios puedan usar las tarjetas de memoria de otros fabricantes, como la firma británica Datel. La respuesta de esta firma británica ha sido presentar una demanda contra Microsoft en un tribunal federal de San Francisco por dañar a su competencia de forma deliberada.
Marty Glock, director del bufete Howard Rice que representa a Datel, ha manifestado: "Microsoft ha tomado decisiones para dejar inoperativa la tarjeta de memoria de su competidor Datel sin otro motivo aparente que quedarse para ellos solos con el mercado. Redondearon su reciente actualización con un cambio en el sistema que evita que se reconozca o que funcione una tarjeta de mayor capacidad que las suyas. Creemos que con el poder que ostenta Microsoft, en el mercado de los accesorios para Xbox, esta conducta es ilegal."
Datel explica en su demanda que Microsoft asegura que el efecto de dicha actualización sobre sus tarjetas no estaba previsto, aunque después, en G4TV, alegó como motivo evitar trampas. Para contrarrestar dicha justificación, Datel afirma que no han recibido ninguna queja tras haber vendido más de 50.000 tarjetas.
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